Pa los encobijados (los enamorados, no los ejecutados)

No suelo repetir posts de música, pero me metí al bló de lizetita y me estremecí con esta canción. Así que con tu permiso, flaca, te pirateo impunemente (como mercachifle sanjuandiosero) el link de San llutub.

Con ustedes un homenaje viviente al papiro Patti Smith (lo que tiene de arrugada lo tiene de talentosa la méndiga) con un rolonón: Because the night, que deben enterarse ustedes que la compuso junto con el Chief Bruce Springsteen allá por los setentas aunque hace unos años se volvió de nuevo un hit con la voz de Natalie Merchant y sus chingo mil maniáticos en un desconectado del MTV (cuando servía).

Chéquense la letrita, escucho esta versión y me emociono como si oyera la del Pávido Návido por las calles de mi pueblo, hasta la piel se me pone chinita, iren.



Cantemos todos...

Take me now baby here as I am
Pull me close, try and understand
Desire is hunger is the fire I breathe
Love is a banquet on which we feed

Come on now try and understand
The way I feel when Im in your hands
Take my hand come undercover
They cant hurt you now,
Cant hurt you now, cant hurt you now
Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to lust
Because the night belongs to lovers
Because the night belongs to us

Have I doubt when Im alone
Love is a ring, the telephone
Love is an angel disguised as lust
Here in our bed until the morning comes
Come on now try and understand
The way I feel under your command
Take my hand as the sun descends
They cant touch you now,
Cant touch you now, cant touch you now
Because the night belongs to lovers ...

With love we sleep
With doubt the vicious circle
Turn and burns
Without you I cannot live
Forgive, the yearning burning
I believe its time, too real to feel
So touch me now, touch me now, touch me now
Because the night belongs to lovers ...

Because tonight there are two lovers
If we believe in the night we trust
Because tonight there are two lovers ...

Raspones guturales y acordes camineros

A Tom Gobel lo descubrí con su bandota Against me! el año pasado tras una reseña de Uncut. Conseguí el disco y me encantó. Rock sin complicaciones, acordes sabrosos con efectos distorsionados, letras interesantes de esas que no empujan a la discusión pero sí hacen que el trago de Pacífico resbale con más gusto por la garganta y den ganas ya de destapar otra.

Definición de Against me!?: suena a cerveza en un billar arrabalero de esos donde la prohibición de fumar se la pasan por los huevos y tocan rock después de la medianoche.

Pero su faceta solista la descubrí casi un año después en una tienda de discos del Greenwich Village a donde cai para comprar unos boletucos para el halloween con Armin Van Buureen. La tiendita era como de documental de VH1 del rock de los sesentas: acetatos de tapas desgastadas apilados en columnas chuecas a punto de caerse, casettes con los titulos puestos con plumón negro, discos compactos abiertos y con polvito encima en un laberíntico pasillo de géneros rockanrrolleros acomodados en un órden que sólo un burócrata podría descifrar. Olores a viejo, cartón, tabaco masticado y escupido en el suelo, celofán, telarañas y madera húmedecida. Chulada de lugar es aquel donde la música no te deja caminar derecho por el temor a que te caiga la colección de James Brown en la mollera.

Pue ahí me encontré el Heart Burns, recién llegado, nuevecito, con la envoltura sin una patinada de mosca ¡Chrrrrriiiiiit!, el encargado de la tienda me lo quitó de las manos y lo puso en un desvencidado cd player que parecía de la misma edad que yo. Sonaron los guitarrazos y ¡ay amá! salí con mi disquito bajo el brazo.

Aquí les dejo un par de cositas acústicas que me hallé en San Youtube! (ruega por nosotros). la guitarra suena casi limpia, parece que sólo le han dado dos madrazos en un poste para ajustarle la caja rítmica. No es una lira virgen, implacable, Gobel le rasca como si sus dedos quisieran tocar un bolero y le saliera innato un rockcito cadencioso al tocar Harsh realms. Escojan la versión que les guste, suenan tan igual y tan diferente a la vez que enchinan el cuero de diferente manera mientras el buen Tomás raspa las cuerdas bucales con rimas gritantes para que no lo abandonen.

Les va a gustar, son buenas rolitas pa caminar las carreteras.






Y de pilón, Against me! y una canción que me gusta mucho: Trash Unreal

Cinito a letras

Creo que los críticos de cine terminan muchas veces convirtiéndose en alguno de los clichés que tanto cuestionan en su trabajo, de hecho, cuando estaba más chavo me cuestionaba el por qué que los analistas de cine escriben como si siempre estuvieran enojados, leerlos a veces era la misma sensación que ver una película junto a uno de mis profesores regañones de la secundaria.

Luego se da uno cuenta de que hay de todo como en botica y que las reseñas son como las llamadas a misa: les hace uno caso cuando quiere. Tengo amigos que sufren en silencio cuando les gusta una película que el crítico en turno acaba de destazar cual puerco en restaurante de carnitas en Tepatitlán.

Yo agarré mis propias manías, si hay en puerta una película a la que le tengo muchas ganas no leo las reseñas hasta después de haberla visto para ver qué tanto estuvimos de acuerdo. Lo sé, es una burrada, pero igual disfruto hacerlo.

A Ernesto Diezmartínez lo conocí gracias a una amiga en común, Dinora Recio, que me lo presentó en un Festival de Cine en Guadalajara, y el tipo me cayó muy bien, sobre todo por esa actitud desenfadada que contrasta con la pontificia imagen que hacen de sí algunos especialistas. Luego de unas cervezas caí en la cuenta de que los mejores críticos son aquellas personas con las cuales puedes conversar a gusto de asuntos varios sin que nadie la haga de tos o se sienta incómodo.

No siempre estoy de acuerdo con sus conclusiones o recomendaciones, pero bueno, eso es lo interesante de lo que vale la pena: convertir el arte en un tema de discusión.

Pues acabo de descubrir el blog del citado crítico, Cinevértigo es un muy recomendable espacio en el ciberespacio para los amantes y los aficionados del cine (bueno o malo ¿qué diablos importa) donde se habla con muy buen humor de la pantalla grande sin dejar a un lado el profesionalismo.

Les recomiendo que lo visiten, además con un plus: los comentarios del buen Diezmartínez y sus cuatachos y lectores son tan buenos y divertidos como los mismos posts. Es más, si los guionistas mexicanos tuvieran el mismo ingenio y la chispa que a veces despliegan el mismo autor y sus secuaces, no tendríamos tantos churros mexicanos malgastando dinero en este país.

Ya me hice fanss de ese blog, se los recomiendo.