miércoles, 12 de agosto de 2009

Make me a believer




Para Ivanhoe, un fan irredento de DM

Sí amigo, por fin, luego de tanto tiempo tuve la oportunidad de ver a Depeche Mode en vivo y una vez más, tengo la sensacion de que me estoy haciendo viejo. Esa es mi conclusión luego de darme cuenta de que llega el momento en que las canciones no las cantas, ni siquiera las vives: las revives. Como si a cada estrofa salieran de tu garganta recuerdos gestados en medio de loa sonidos y no al revés.

Déjame contarte que el escenario fue apabullante, hermoso. El Grand Park de Chicago es un oasis en medio de una jungla de metal, los enormes rascacielos lucen como custodios de hierro congelado, inermes, apenas salen de las sombras por las luces de sus ventanas que, iluminadas, dan al entorno una personalidad plástica, pero no por ello menos apantallante. Y allá, abajo de los colosos de acero, miles y miles y miles y miles de humanos brincamos entre el lodo y celebramos a la vida bajo una lluvia pertinaz que nos moja hasta los huesos, pero también nos hace sentirnos vivos, somos entes empapados que generamos calorcito de adentro hacia afuera. El vapor que sale de las bocas al gritar es una muestra de que el espíritu festivo es indomable ante cualquier chubasco.
Del concierto poco puedo decir, y digo poco porque cuando te quedas sin palabras ante las emociones es mejor guardar un respetuoso silencio.

Una eternidad esperé este instante, canta Cerati y la frase le queda como anillo al dedo al concierto de Depeche, esa banda que fue parte del soundtrack de nuestro paso de la adolescencia a la juventud. Depeche Mode es una bandota que ha sabido envejecer dignamente, pasando del tecno pop desmadrosón al alucine ceremonioso, las pantallas de leds dejan ver hasta las patas de gallo de los integrantes, pero también el colmillo largo y retorcido que les permite dar aún tremendos conciertazos.

La tocada fue como una receta de un platillo elaborado, primero, la pasión a fuego lento, la nueva In Chains comenzó a sonar haciéndonos saber que Gahan tiene la garganta intacta: I know you know what you're doing to me/ I know my hands will never be free/I know what it's like to be in chains, canta concentrado Dave recordando sus pasos oscuros frente a la heroína y nosotros ya estamos alabándolo. Es una diva gentil que mueve a la masa a su antojo, que grita brinca y jadea como un artista nuevo que se quiere comer al mundo. Nada mal para alguien que hace algun tiempo estuvo clínicamente muerto por unos minutos.

Se le sube un poquito a la llama porque ahora sigue Wrong, el foro es un recinto de aullidos, de manos danzantes que se elevan hacia un cielo ya despejado donde el calor está subiendo. Yeah.
Luego se echan a la olla los elementos fuertes y los condimentos, y como el crítico de Ratatouille cuando prueba el plato que lo devuelve a la infancia, así llegaron los manjares a recordarnos los amores desesperados, las pasiones insanas satisfechas, llegaron las gargantas desaforadas a berrear Policy of truth, Enjoy the silence, walking in my shoes, I feel you, Precious, y como no, never let me down again.
Eché de menos strangelove, pero en su lugar aparecio la fabulosa Fly on the windscreen, me hubiera gustado escuchar behind the wheel, pero en su lugar apareció la genial stripped y como postre la monumental Personal jesus, con todo y sus machacantes acordes guitarreros que pusieron el ritmo al baile. Ya no importaron las horas de pie aguantando bajo la lluvia, el cansancio acumulado de los conciertos de toda la jornada, era Depeche Mode y nosotros perdonábamos el paso del tiempo.
Sí amigo, recibimos el mensaje de la música y prometimos difundirlo, porque Depeche Mode hizo época con este concierto y como reza su canción más famosa nos convertimos en creyentes y comulgamos con la historia.

Proximamente: Headbangers sobre una silla de ruedas

1 comentario:

CUANDOLASCHICAS dijo...

AY MI QUERIDISIMO ALONSO!

Qué te digo? NO CHINGUES (pero asi, con vocesita suplicanbte y llorosa)

No me ande haciendo esto... me ha conmovido hasta las lagrimas y has logrado, con esta reseña, que me salga de esta oficina asfixiante, tediosa y paquidérmica por unos instantes

Me llevaste a muchos lugares.

Al lado de mi hermano en el Devotional Tour... a la gritería de la Arena Monterrey... a la euforia de tantos tributos...

Pero mas alla... mucho mas alla, me llevaste a mi universidad y me hiciste volver a la niña de 18 años (que hace muchos que fui) sentada en las escaleras, con un Walkman y audifonos de esponjitas molestisimos, oyeno una y otra ves, music for the masses.. speak and speel...

Ya basta, que se me ponen los ojitos de Remi

NOS VEMOS EN LA VFG!