miércoles, 31 de diciembre de 2008

Iron Maiden en un colegio de monjitas


Uno de los mejores conciertos a los que fui este año fue el de Iron Maiden en el Auditorio Telmex, según mi propio recuento de recitales a los que asistí, por ello me acordé de una anécdota de mi adolescencia: la única ocasión en que el grupazo inglés hizo retumbar las ventanas en un colegio religioso.

Estudiar la primaria y la secundaria en un colegio de religiosas en Arandas, Jalisco fue una valiosa experiencia para este humilde narrador. No me malinterpreten y me llamen hereje antes de tiempo: saqué de ahí un par de valiosas enseñanzas que me iban a servir para mucho en mi futuro.

Como es habitual en muchas instituciones privadas, también entre la perrada había clases, la diferencia entre los estudiantes y su respectivo trato por parte de los maestros se derivaba de tres características muy bien definidas: por un lado estaban los macizos chiqueados por las monjas y por el otro, nosotros, el resto del infelizaje. No nos dividía la capacidad intelectual, lo que pintaba la raya entre los meros meros y la cualquiereada tenía que ver con razones más mundanas: si no eras de las familias emperifolladas, de los bonitos o de esos aplicaditos de cartón dispuestos a destilar adoración y zalamería perpetua, estabas jodido, te resignabas a tener que andar toreando los castigos y los regaños de la mayoría de las religiosas, pero eso sí, enseñaban bien las materias.

Yo era tranquilo, sereno moreno pazguatón, pero ya pintaba pa´ subversivo, nunca hubo broncas conmigo hasta que me cayó el veinte de que no encajaba en el esquema ni metido con calzador, si bien no era mal estudiante ni un berrinchudo empedernido, mis gustos me llevaban por otra banqueta diferente a mis compañeros, me di cuenta de que no valía la pena querer pertenecer a un grupo donde no podía o debía hacer, escuchar o expresar lo que se me pegara la gana.

Así que en 1987 decidí poner a prueba la paciencia de mis queridas tutoras del Colegio Nueva España, de la orden de las Siervas de Jesús Sacramentado (¿a poco no es como para nombre de grupo dark?) y exhibir la supuesta tolerancia que pregonaban.

Como cada mayo, a los estudiantes nos ponían a hacer dos cosas, coronar en sentida ceremonia en el patio mayor a la virgen con una diadema de flores que representaban que durante un mes habíamos ido casi todos los días a comulgar y juntar dinero para las misiones. El grupo que juntaba más dinero se ganaba un paseo a Agua Caliente “todo pagado”… por nuestros respectivos progenitores (¿a poco creen que el Colegio iba a soltar billetes para la excursión?), lo que en realidad ganábamos era el permiso para ausentarnos un día de clases.

Durante los recreos, los alumnos de distintos grupos se ponían a vender desde tamales hasta refrescos, las ganancias se acumulaban para fondo de las misiones, y un día, a alguien se le ocurrió decir que se podía juntar más lana si, como en las ferias de pueblo, se cobraba a los alumnos para que pusieran las canciones que quisieran usando el sistema de altavoces del colegio.

-¿La canción que uno quiera?, pregunté. Me dijeron que si, todo era cuestión de mocharme con la cuota respectiva. Total, ¿qué música era la que iban a poner un montón de muchachitos pueblerinos que tenían como referencia musical a “Siempre en Domingo”?

Mis compañeras se emocionaban, como el colegio no tenía discos, nosotros los teníamos que llevar. Así fue como nuestros recreos se sazonaban con Timbiriche cantando “Besos de ceniza”, o alguna rola de menudo, entre otros.

Así que mientras consumíamos gansitos y jugábamos luchas a escondidas de los maestros, por las bocinas se escuchaba la voz de alguna de las maestras o secretarias diciendo: “esta canción es dedicada para el grupo de segundo B de su compañera…” y ¡zas!, se arrancaban con una bonita melodía.

Yo ya andaba algo mal de la tatema gracias a mi primo tapatío Tony que conseguía Lp´s importados en el Quinto Poder y me maleducaba con discos de sabroso y pegador Metal de ese de a de veras; Un buen día me llevé a la escuela el último álbum que me había prestado: Live after death, un disco doble en vivo de Iron Maiden.

Como habrán de suponer, me llevé el disco en una bolsa para que las monjitas no vieran la portada y les diera el patatús antes de tiempo.

Saqué el primer disco de la bolsita, pagué mi cuota y di las instrucciones: pónganlo desde el inicio, la primera canción. En cuanto llegó mi turno y pusieron la agujita sobre el vinil, le corrí al patio a ver la reacción de la flota.

“Esta canción está dedicada por Alonso para todos sus compañeros”, dijo la locutora improvisada y que empieza a sonar la introducción del concierto, que es un discurso de Wiston Churchill alentando a las tropas inglesas a darle en su mandarina a los alemanes en Francia durante la segunda guerra mundial.

Inmediatamente algunos maestros empezaron a arquear las cejas y varios estudiantes pararon sus actividades ante la voz de Mr. Churchill que sonaba lúgubre y da paso a los guitarrazos de la tremenda Aces High.

¡Y se armó la gorda!

Creo que la rolita alcanzó a sonar un minuto antes de que la directora ordenara que quitaran ese ruido endemoniado. ¡Ay, qué cosas malignas y satánicas dirán en esas canciones!, me reclamó; de poco sirvieron mis argumentos de que la introducción era casi casi como una clase de historia. Ni modo, por lo menos me regresaron mi dinero.

En adelante, cada disco era supervisado y me quedé con las ganas de poner algo del Masters of Puppets para mis compañeros en otra ocasión. Me salvó que yo era una chucha cuerera para las clases de Historia y todas las relacionadas con las Ciencias Sociales y de ahí me agarré, los profesores jóvenes se cagaban de risa.

¿Qué habría pasado si les hubiera confesado que a escondidas de mi amá, mi primo me había grabado el disco Pacto con el Diablo, de los Ángeles del Infierno? ¡Ave maría purísima!

Iron Maiden regresa a Guadalajara en febrero…

Y como dijo el Piporro: Aikir.

Y ¡cómo no! Dios mediante cantaré Aces High a todo pulmón.

Con una cervecita en la mano gritaré: Por las Siervas de Jesús Sacramentado, Salud.

12 comentarios:

Jaime Adrian Lupercio dijo...

tiene usted razón señor Jose Alonso, no se cómo sobreviviste en esa primaria de pinches monjas wevonas. ojala junte una feria pa ir a ese concieto, me vale madre que me tenga que tirar a alguna gordita desesperada por sexo no importa vale el sacrificio, te mando un saludo y te quedo muy chingón , felicidades!!! tu pinche primo que te estima te quiere y todo lo emas( en el buen sentido de la palabra)jaime lupercio.

Anónimo dijo...

órales, pues sí, eh? en este mar cibernético y diste con mi blog... muy bueno.

Pues la verdad es que yo nunca estuve en colegio de monjas, así que no puedo saber lo que es, lo que sí sé es que fuiste un aventado al poner ese disco en la escuela.

En realidad, sería buenísimo conocer a una religiosa con gustos rockeros, si yo hubiera sido monjita, me habrían gustado los clásicos del rock´!!!!!!!

Nurkia Rudametkin dijo...

He llegado a tu blog, mediante el blog de Flor de loto.
Me ha gustado muchísimo!! Puedo entenderte un poco porque la universidad donde estudié es católica y si se las dan de muy persignados pero en el fondo han de ser peores que nosotros, jajaja.
Deseo pases un muy feliz año nuevo!!
Te seguiré leyendo.

Anónimo dijo...

ya lo lei, muchacho de porra!!

eso es bueno, poner a todos con el jesus en la boca!

jajaja

Criss dijo...

Alonso. Espero que este año con todas sus metas, inconvenientes, declaraciones de guerra, actos deshonestos comunes del ser humano, conserves el amor a la vida, la sonrisa espontanea, el sueño tranquilo y el valor para aferrarse a los buenos-pequeños-simples aspectos de la vida que nos sostienen.

Que este 2009 este cargado de luz, colores, buena vibra!!!

recibe un abrazo.

Nurkia Rudametkin dijo...

Hola
FEliz 2009
Si te das una vuelta por DF, puedes encontrar mi novela en las librerias del Politécnico.
Saludos!!

Sergio LH dijo...

A que mi Alonso, me hiciste recordar un chingo de aventuras y desventuras en manos de esas santas siervas del verbo encarnado... pero en los casquetes que me ponían las méndigas. Recuerdo muy cañón esas pinches colectas misioneras y los recreos con rolas... y cómo no, ese disco de Ángeles del Infierno también lo tuve y escuché con miedo. Espero no te importe pero usaré este mismo tema para escribir dos memorias curiosas: cuando las monjas nos pasaron un video gallego de el "rock satánico", cagadísimo, y cuando por creerme el hombre araña me partí la cabeza (literalmente) en el recreo, colgándome del ex barandal del colegio que descansaba sentadito sobre la barda del patio. Nos leemos luego!!! Oye, y qué pedo con las chelas que me ibas a invitar? Juntémonos chingao, nomás quedas...

Sergio LH dijo...

Al respecto de lo que me comentaste en el post de The Host:
Pinche Alonso contreras, ¿para eso te invité?
Ja ja ja no te creas. Mira, reconozco el humor involuntario (será) de muchas escenas de The Host, pero la neta, por eso me encantó. Sé que toda obra muy chuleada llega a ser sobrevalorada, pero yo la vi con muy pocas referencias y quizá por eso le llegué más fresco. En fin, todas las ideas son más que bienvenidas aquí. Me hiciste recordar nuestras tardes de chelas, mucha plática y mucha música. Casi nunca estábamos de acuerdo, pero cómo nos gustaba alegar al calor de las chelas en el taller de tu papá, junto a muchos cabrones que de plano se enfadaban y ya ni se metían a la plática je je je.
PD: ¿y las cervezas apá

Leopoldo Gama dijo...

que buena historia! Me pasé un rato muy divertido leyéndola recreandome la escena en la escuala a todo color.

RTHB dijo...

Estoy imaginando la cara de la monjas al oir el Aces High.

Un saludo.

Unknown dijo...

jajaja
Iron Maiden Is Gonna Get All Of You!!!!

de casualidad años despues las monjas no compraron cds de Maiden? :O

Anónimo dijo...

Ja ja.. Tu historia me hizo remontarme a mis in(olvidables)
aÑos estudiando con las Siervas de Jesus Sacramentado... Yo no era de los privilegiados por su condicion economica, ah pero eso si, como era de los nerds mataditos, si era de los "chiquiados" de las monjas..
Que historias se escribieron el el Coelgio Nueva EspaÑa.. Que si las colectas para las misiones, que si ofrecer flores a la virgen todo un mes, y claro que me acuerdo de esos sermones donde musica tan fresa como Juan Gabriel o Mecano era satanica.. Que barbaridad...