La apuesta
Se colocó frente a la máquina devoradora de rencores
llevaba las 30 monedas de plata
muchos meses en vela lo pensó
comprar el perdón para olvidar los daños
alquilar la pérdida de la memoria
y ya no tener miedo de sufrir.
Todo para volver a amar de nuevo
¿valía la pena apostarlo todo?
¿descubrir de nuevo el pecho entero y esperar…
que no llegue la estocada otra vez?..
Una a una las monedas cayeron,
se dio la media vuelta sin esperar a ver si le regresaban cambio.
Dibujo tomado de rotaventana.blogspot.com
1 comentario:
Hay que apostar, nunca se sabe cuando se pueda ganar ... Y menos en esas cosas del amor. Esta padre el escrito.
Saludos
Jess
Publicar un comentario