Que también me parezco al gordito de American Idol, ¡yo que no canto ni con judiciales! ¡Oi nomás!
Mejor los invito a que ustedes saquen sus parecidos famosos en la página dichosa esta
Truman Capote escribió alguna vez que la escritura dejó de ser divertida para él cuando descubrió la diferencia entre escribir bien y escribir mal. Más adelante haría un descubrimiento mucho más alarmante todavía: la diferencia entre escribir muy bien y el verdadero arte; una diferencia sutil, pero salvaje. Derrotado de antemano, aquí les voy con mis ejercicios publicados con anterioridad o los que nunca verán la luz a través de una hoja de papel impresa.
1 comentario:
pues lograste engañar al programita por los lentes que te pusiste, pero quitatelos y veras la ruda realidad.. jajaja!
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