martes, 7 de octubre de 2008

¡Ay muchachos!, ¿cómo les digo?

Yo mero bien guapote en la terraza del Departamento de Estado, atrás, el obelisco famoso y más atrás, la Casa Blanca

Hoy me tocó platicar con una de las leyendas vivientes del periodismo. El único que ha podido tumbar a un presidente de los Estados Unidos de América, el responsable del Watergate, la Pesadilla de Nixon, el que lleva cuatro libros al hilo atizándole a Bush con un látigo como el que usaron en la pelìcula de Mel Gibsón pa azotar al Yisus de ojazos verdes en La Pasión, un maestro que nos hizo ponernos de pie con sus enseñanzas.




Con ustedes, un gran periodista... y a su lado, el mismísimo Bob Woodward (me voy a concenar por hereje y decir estas cosas).
PD: Con todo y falta de humildad, me estoy dando cuenta de que no soy tan guey en esto del periodismo y puedo tener conversaciones aceptables sobre el tema con casi todos con los que he debatido y conversado.




Prometo escribir más seguido en cuanto tenga una laptop propia.

2 comentarios:

Paulina dijo...

Qué chido¡ Nada más que no te vaya a confundir con garganta profunda, jiji. Qué pelada verdad¡ Un abrazote. Diviértete mucho.

Anónimo dijo...

Hola amigo, pareces guarura de Neo con esos lentes y con el Obelisco norteamericano detrás. =9