sábado, 25 de octubre de 2008

Reality Murrow

Llegué a la cita enfundado en un traje prestado por mi hermano que me quedaba un poco justo, puse las cartas sobre la mesa sin ningún tipo de ilusión: los frentazos contra la pared de la realidad se habían encargado de despojarme poco a poco de las esperanzas. Pareciera que después de todo, sería muy difícil ganarme la vida a palabras.
Hoy esos recuerdos me dejan un sabor agridulce en la punta de la lengua, ahí donde comienzan a saborearse las victorias pero también las desventuras que secan la boca. Hace 6 años con cuatro meses comenzaba una nueva etapa en mi vida, la más emocionante, pero también la más difícil, quería convertirme en un periodista en toda la extensión de la palabra, el diario para el que todavía trabajo era mi catapulta o mi guillotina, la espada de Damocles que cuelga del fino hilo de la hora de cierre.
Ha terminado el programa Edward W. Murrow para periodistas, me llevo mucho más de lo que dejo. me convertí en un ladrón de conocimientos de mis compañeros, atragantándome impunemente de su conocimiento, llenándome el buche con sus enseñanzas. Ya habrá tiempo para el desglose de conocimientos. Hiervo por platicar con mis compañeros muralescos, pasarles la estafeta, compartir lo que he aprendido y desaprendido, porque estos viajes también sirven para desterrar quimeras de las redacciones y despejar las telarañas que entorpecen el ejercicio del buen oficio periodístico.

Son las tres y media de la madrugada y los compañeros poco a poco se van despidiendo para tomar las naves que los regresan a sus realidades. Se ausentan los monstruos de los que coseché conocimientos y picardías reporteriles. El Gordo Iturri se regresa a joder políticos bolivianos con su ironía maldita y su humor negro, Nelson, Fredy y Ruth parten hacia el Ecuador, Balanta el colombiano nos deja con un nudo en la garganta marcando la estela de la frase que bautizó este periplo: "nunca me divertí tanto, vestido". Te extrañaremos negro. Esaud seguirá contagiando su pasión a sus alumnos. Laste se emocinará de nuevo cambiando titulares, Maria Elena seguirá repartiendo la bendición de sus sonrisas y sus verborreas sempiternas, Edval y Omaira se mantendrán construyendo trincheras en Venezuela, el Paisa Luis Alberto afortunadamente seguirá cuestionando, indagando y preguntando hasta dar con la respuesta adecuada como buen profesional que es, Claudia ignorará la clemencia que le pide su tobillo lastimado y continuará pròdiga en sonrisas, Carlos despedazará nuevas carreras basadas en el fraude con su humor hirviente y su lucidez aniquilatoria. Judith no olvidará su capacidad de asombro, llanto y carcajada despampanante. La paraguaya querida por todos abrazará a su nena de dos meses y la arrullará con las anécdotas del viaje y Eduardo seguirá en la búsqueda de transformar el delirio en certeza.

Yo, me bajo del camión apenas y dejo partir a mis amigos para evaluarme a la distancia. El tiempo será el que me diga que tanto habré cambiado y asimilado los conocimientos. Estoy contento y me siento afortunado de esta oportunidad de conocer un poco más del mundo que me rodea y un mucho más de mí mismo. Hoy debo agradecer a quienes siempre me han apoyado en toda circunstancia, los que me han aguantado y motivado, porque nosotros somos el reflejo de los otros.
Amo mi oficio, el mejor del mundo decía García Márquez; el que es amargo pero con recuerdos dulces, como señalaba Leduc, el que ha alimentado mi estómago y mi espíritu, el que me ha hecho esto que ves, para bien, o para mal, pero que me hace sentirme orgulloso por la intenciòn del deber que se quiere cumplir. El que me arrastra, me tumba y me levanta, me hace llorar y reír, por el que he recibido tanto golpes como agradecimientos y bendiciones, el que me va a sangrar el alma si algún día lo tengo que dejar.

Soy José Alonso Torres, periodista.

Foto: No soy guapo, pero estoy de moda (Te extraño Ady, manda foto)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigo aqui, sigo aqui...

No te dejaré nunca...

Estoy feliz y triste a la vez...

Que vida y que se acabe!!

Aldo Fonseca dijo...

Eres un puto crack!


Un scotch por mi cuenta en cuanto regreses.


Abrazo!

EL RESPETABLE dijo...

Esas crónicas morrocotudas me llenan de gozo, querido amigo y periodista!!!

Invitan a informar sin aburrir, a hacer pensar sin enfadar, pero sobre todo logran con creces emocionar...

Te esperamos para que compartas todos esos conocimientos.

Un abrazo y mis mejores deseos!!

Elizabeth Flores dijo...

jajaja, cálmese, usté a las afueras del niuyorkstaimes....

Besos mi estimado... ya regrese ¿no?

Anónimo dijo...

Que tal!!!!!!
la foto afuera del New York Times,
y lo mejor es que no nomas te quedaste aafuera méndigo!!
que suerte la tuya

Eduardo Galindo Producciones. Email: galineduardo@gmail.com dijo...

Realmente impresionante esta literatura de Alonso. Es un verdadero memorial Murrow y que buena descripción hermano Alonso, de verdad te debo esa frase celebre que es de tu autoria pero que la llevare presente en mis pensamientos: "Eduardo seguirá en la búsqueda de transformar el delirio en certeza".