Después de ver esta fotografía ya no he podido recuperar mi fe en la buena voluntad de Bugs Bunny. O quizá sea yo un mal pensado y ésta no es más que la recreación del inocente y bonito juego del Gallo, Gallina, Pollo, ¡Hazte porque te piso!, ejecutado con singular alegría por una liebre alteña y una gallina ponedora de Tepatitlán.
O como diría mi amá: ¡ya no hay moral!
PD: nomás falta que al terminar, el orejón diga: ¡Eso es todo, amigos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario