Lo prometido no quiero que se me convierta en deuda. Ya les había comentado lo tortuoso y difícil que puede ser este oficio, por ello, accedo a enseñarles una fotografía de las rudas muchachas que me tocó entrevistar para el Bikini Car Show. Muchachos, envídienme. Muchachas, sólo suspiren por los hombres que nos ponemos como viles rumiantes ante los trajes de baño. Ni modo, qué se le va a hacer.
La foto es de Raúl Méndez, el mismísimo Chico Fiesta, que profesionalmente, entre pujidos y suspiros, pero sacó adelante la sesión.
Lo peor de todo es que he sido amenazado para seguir haciendo esta clase de entrevistas para los compas de Metro. ¡Hágase señor tu voluntad!
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